Marcia está haciendo la compra semanal en el supermercado de su barrio. Con seis bocas que alimentar, normalmente opta por productos económicos. Pero esta semana Jesús, su marido, por fin consiguió su tan esperado ascenso, así como un aumento de sueldo muy bienvenido, y Marcia siente que ahora puede ser algo más generosa en sus compras. Se para en el pasillo de las verduras para recoger bananas, que a los niños les encantan. Justo al lado de las bananas normales, se fija en otras dispuestas bajo un letrero llamativo: <<Bananas del comercio justo. ¡Participa en el cambio!>>, junto a una imagen de un sonriente agricultor con su familia. Parecen exactamente iguales que las suele comprar ella, pero estas son como un 30% más caras. Solo suponen unos pocos euros más en el ticket de la compra semanal, y Marcia calcula que le costarían de 100 a 150 euros más al año.
Ella ha leído sobre el comercio justo, que garantiza que los productores consigan un precio justo por sus cosechas en lugar de que todo el beneficio vaya a las grandes compañías, mayoristas y supermercados. Los defensores del comercio justo también aseguran que promueve el desarrollo sostenible y conlleva la mejora de las condiciones sociales y medioambientales, lo que supone un claro beneficio no solo para el productor, sino para el mundo entero.
En cierto modo, eligiendo el comercio justo Marcia está ayudándose a sí misma, a su familia y al planeta.
<<En realidad, 150 euros no es mucho para mí – piensa-, pero a la familia de la foto ese dinero probablemente le sirva para enviar a sus hijos a la escuela o comprar maquinaria nueva para la granja>>. Con su decisión tomada, dirige su carro hacia la sección de comercio justo, ¿Pero contribuirá al cambio su acto de generosidad tal como asegura el letrero?.
ACTIVIDAD
SE PROCLAMAN MUCHO LOS BENEFICIOS DE COMPRAR PRODUCTOS DE COMERCIO JUSTO, PERO HAY QUIEN ASEGURA QUE ESTE TIPO DE COMERCIO DISTA MUCHO DE SER JUSTO PARA LA MAYORÍA DE LOS PRODUCTORES DE LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO. ¿REALMENTE SERÁ ESTE MUNDO UN LUGAR MEJOR SI ELEGIMOS EL COMERCIO JUSTO?